jueves, 1 de septiembre de 2011

MaLaS PaLaBrAs

Si las malas palabras no hay que enseñarlas, ni decirlas  y, menos aun escribirlas, ¿para que están en los diccionarios? Los autores, los editores, ¿no se dan cuenta de la tentación a la que exponen a la gente? Es como dejar un bebe sentado enfrente de un enchufe.Entre observar la bonita pared sin peligro y meter el dedo en el citado enchufe, es seguro que el bebe optara por lo segundo.